El experiodista clandestino Sandy Blair ha forjado una exitosa trayectoria que comenzó con sus raíces radicales en los años 60, hasta que algo llama su atención inesperadamente: el extraño y brutal asesinato de un promotor de rock que ganó millones con una banda llamada Nazgûl. Ahora, cuando Sandy se dispone a investigar el crimen, se ve arrastrado a su propio pasado y empieza un recorrido mágico y misterioso por las pasiones reprimidas de su generación. Un nuevo mesías ha resucitado a los Nazgûl, su nuevo y alocado ritmo puede ser más de lo que nadie esperaba: un réquiem de demonismo, control mental y muerte, cuya melodía apocalíptica tal vez sólo Sandy pueda cambiar a tiempo antes de que todos sigan el ritmo. La mejor novela que he leído sobre la cultura de la música pop estadounidense de los años sesenta.
